Ya han pasado unos meses desde que abrimos las puertas y el corazón en la casita de Paanet. Muchos nenes nos visitaron, compartimos muchos mates y cafecitos con con mamás y papás de casi toda la provincia de Buenos Aires. Lo mejor de todo es lo bien que lo pasan: pintan, juegan, hacen títeres, se disfrazan... pero por sobre todo se divierten, que pueden seguir siendo niños como corresponde, con ganas de reirse, de jugar, de enchastrarse con pinturas y masa de sal, sin que interfieran los barbijos o pensemos todo el tiempo en los gérmenes.
Los chicos lo saben: una sonrisa te cambia el día, mejora lo que va a venir, te predispone de manera diferente. Y los papá (mate de por medio, charlando en la cocina)muy contentos de verlos contentos, o sea "la retroalimentación de la alegría"!!!
Pero no solo ellos la pasan bien. Los relatos de los Voluntarios que acompañan estos ratos de diversión, juegos y artesanías reviven las emociones que en ellos generaron esas caritas llenas de placer por el encuentro.
Y en la casita se hacen nuevos amigos, amigos que no son solo compañeritos en la internación, sino que también comparten salidas, juegos, paseos.
La cantidad de visitas está superando nuestras expectativas:¡a veces nos queda chica la casa!!!!
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